martes, diciembre 27, 2011

De cómo me quedé sin regalo en Navidad


Es normal, para facilitar los regalos y asegurar un mínimo de equidad, hacer dentro de las familias un intercambio independientemente de lo que se quiera además regalar entre la familia.
En la mía no fue la excepción y luego de hacer un sorteo, me tocó darle regalo a Alejandro, mi cuñado. Curiosamente él pidió casi lo mismo que yo: unos tenis Vans, sólo que sin agujetas como mi elección.
A finales de la semana pasada fui a comprarlos. Fue curioso porque estaba pensando que, comprando junto con otros involucrados en el intercambio, sería muy probable que me topara con alguien en el mismo lugar de los tenis, pues no abundan las tiendas que los ofrecen.
Compré el regalo. Fue muy fácil tratándose de algo muy similar a lo que también había pedido yo.
En la Nochebuena fuimos a la tradicional "Misa de gallo". Una pareja de amigos de mi hermana y mi cuñado, que viven solos en Cancún y no tienen familiares aquí, pasaron la festividad con nosotros. Les comentamos que sería conveniente que trajeran sus regalos, pensando en que así no se sentirían mal de no recibir ninguno durante la cena mientras los demás. 
La cena estuvo deliciosa: Pavo a la Yucateca, Romeritos, Fetuccine a los tres quesos, Ensalada de manzana, Caldo de Camarón y, para postre, Tronco Navideño, Dulces de Nuevo León y Fuitcake. 
Al terminar, comenzó el intercambio. Mi cuñado, junto con mi hermana, aprovechando que ambos habían "sacado" el papelito de mis papás, decidieron juntar un solo regalo generoso: un equipo de sonido para la casa. Luego fue mi turno, el de mi mamá y el de los invitados. Al final quedaba mi papá. Lógico, pensé que me daría a mí y...... ¡sorpresa! Le dio regalo a mi mamá. 

Hubo desconcierto y ahí nos dimos cuenta: algo pasó. ¡Me quedé sin regalo! 

Luego de un rato de comentar le asunto, comenzamos a 
reírnos de la situación. 

Al menos viví una Navidad distinta: sin regalos (salvo un suéter).

Ahora estoy saliendo a buscar a Santa Claus a ver si aún anda por ahí. Por lo pronto, sí será inolvidable.

A mí, sinceramente, no me preocupó en lo más mínimo quedarme sin regalo, me preocupaba que los demás se preocuparan y no disfrutaran igual la cena. Al final no importó. La reunión en familia es lo más importante del asunto. 

¡Feliz Navidad a todos!

Imagen: "Natividad" - Camilo Filippi (1500 -1574)

1 comentario:

  1. jajajajajajaajjajaj muy bueno, por lo menos hubo un incidente para reir toda la noche, Felíz Navidad y sigue buscando a Santa, un abrazo y un beso.

    Cristina

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