lunes, diciembre 12, 2011

De cómo la tecnología puede hacernos más humanos


Todos los domingos hablo con mis papás. La tecnología ha logrado que estar lejos no sea como antes. Recuerdo que, por un lado, era caro llamar por larga distancia; lo tenía que hacer uno por uno y brevemente. Ahora, con Internet, es más fácil. Hablo más tiempo y con los dos (o los que estén) simultáneamente y por más tiempo. Eso ha permitido mantenernos cerca; tal vez no al grado de la presencia física, pero sí más familiarmente.

¡Cómo cambian los tiempos! Recuerdo cuando los teléfonos eran de disco. ¡Qué sufrir si el número que había que marcar tenía varios nueves o ceros, porque tardaba más en regresar al inicio y era cansado. Los inalámbricos ayudaron, y más cuando la marcación fue digital.

Y de la calidad de las llamadas, ni qué decir; recuerdo aún que mi mamá hablaba más fuerte cuando era de larga distancia. Ahora es más nítido.

Es verdad que la tecnología tiene sus inconvenientes, y que algunos piensan que el ser humano se ha vuelto más distante. Pero no siempre es así: también nos puede hacer más humanos. En casos como el mío, ha hecho que familias puedan estar cerca de sus seres queridos gracias a las poderosas herramientas de comunicación actuales. Y aún no hemos visto todo.

Las cosas en sí mismas no son buenas o malas, depende del fin al que las queramos encaminar.

Imagen: "El hijo del hombre" - René Magritte (1898 - 1967)

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