domingo, enero 29, 2012

De cómo la filosofía nos ayuda a entender el mundo


No hace mucho tiempo,  conversaba con un amigo sobre la importancia de tener una buena lectura. Le comentaba que en México leemos muy poco, y que convenía que al menos intentáramos aumentar nuestro leccionario.  Él me contestó que prefería leer libros que le enseñaran más rápido cómo crecer en los negocios o ser más exitoso en la vida.

Fue un argumento el suyo que me dejó con pocas posibilidades de diálogo: la respuesta incluía una barrera sobre cualquier comentario positivo acerca de la conveniencia de la literatura clásica; al menos en ese momento.

Me di cuenta que una de las razones por las que muchos no leen más es porque creen que no les aporta nada un buen libro.  Y más aún, es un reflejo de una vida que se ha vuelto pragmática: sólo lo que en la práctica se ve que puede ser útil y beneficioso, se toma.

Si bien este principio económico es válido, también deja ver que no se ha alcanzado a descubrir del todo la importancia de la trascendencia personal a través del descubrimiento de lo más trascendente  de cada uno.
El arte y la cultura ha  revelado que existen realidades más profundas que lo que un mundo pragmático del siglo XXI presenta. Y más aún, la importancia que la filosofía sigue teniendo en nuestros días.

Desde las épocas más remotas, el ser humano se ha hecho las mismas preguntas que continúan vigentes y lo seguirán siendo: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?,¿quiénes son los demás?, ¿qué es lo que me rodea?, ¿por qué el ser y no la nada?...

Así nació la filosofía; el amor a la sabiduría (etimológicamente), que nos lleva a descubrir no solo la realidad que conocemos (que los avances científicos han ayudado a comprender mejor), sino también la trascendencia misma que esas realidades tienen y su implicación en nosotros.

Más concretamente, la parte filosófica que desde los más grandes filósofos griegos como Sócrates, Platón o Aristóteles, ha tratado de comprender esa trascendencia del mundo se llama metafísica. [i]

Andrónico de Rodas [ii], compilando los escritos de Aristóteles sobre las realidades que van más allá de la física, fue el primero en mencionar esta palabra.

Una corriente espiritual de carácter más bien esotérica ha desvirtuado el sentido original de esta disciplina filosófica. Sin embargo, todos hemos percibido alguna vez realidades que la sola ciencia experimental no puede explicar. La misma ciencia utiliza conceptos metafísicos como causa y efecto.
Con todo, no siempre ha habido consenso entre los grandes filósofos.

Distintas corrientes han llegado incluso a encontrar completa oposición. Basta con tratar de entender a Platón y a Marx para darnos cuenta de ello.

Sin embargo, las grandes preguntas no han cambiado, y aunque se ha podido adentrar en un conocimiento más profundo de ellas, siempre seguirán siendo fascinantes para quienes sigan tratando de responderlas.

Para comprender el futuro, es importante saber de dónde venimos. Ojalá no despreciemos la oportunidad de comprender no sólo el mundo visible, sino lo que hay detrás de él.

Imagen: Atmósfera - Camille Flammarion (1842-1925)

[i] Grondin, Jean (2006). Introducción a la metafísica. Editorial Herder. ISBN 978-84-254-2441-0.
[ii] (http://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%B3nico_de_Rodas)

1 comentario:

  1. Dile a tu amigo que lea http://blogs.hbr.org/cs/2012/01/the_business_case_for_reading.html. Cheers!

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