miércoles, diciembre 21, 2011

De cómo mi equipaje de mano se pasó de peso.


Hace tres meses, previendo el flujo de dinero y la posibilidad en que hubiera algún alza en las tarifas de avión para esta época, compré mi boleto para pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo en Cancún.

Lo compré en una aerolínea de bajo costo que tiene la opción de hacer un descuento si se elige viajar sólo con maleta de mano. La restricción es que debe ser de cuando más 10 kilogramos.  Elegí esta opción, pues en ese entonces no pensaba llevar muchas cosas conmigo.

Conforme se fue acercando la fecha, me fui dando cuenta que lo que quería llevar de regalos de Nuevo León podrían hacer que el peso mínimo fuera superado. Llamé a la aerolínea y me comentaron que no se podía hacer más que una cosa: pagar una tarifa de $480 pesos por sobre-equipaje y/o documentación  en el aeropuerto. 

Así, traté de meter todo en una maleta con la esperanza en que, si no pesaban la maleta y veían lo pequeña que era, me dejarían pasar con ella.

Al llegar, finalmente hoy, al mostrador de la aerolínea, antes de preguntarme mi nombre, me pidieron poner mi equipaje de mano, incluida una bolsita de plástico, para  verificar que no me pasara.

Por dentro estaba esperando que pesara sólo 10 kilogramos.

La lectura fue: 16. ¡seis más que lo mínimo permitido! Y por más que traté de convencerlos que me dejaran subir con una pequeña maleta, todo fue inútil. O pagaba sobre-equipaje (lo que implicaba además documentar la maleta) o podría subirme al avión.  La primera fue la que tomé.

Cabe mencionar que llevaba la computadora en la maleta bien acomodada. No podría ir “abajo”, así que la traigo conmigo y la aprovecho para escribir estas líneas.

Sé que en unos días más esta sólo será una anécdota, y así hay que verla: lo que pagué no me hará más pobre ni lo que me iba a ahorrar más rico. Lo importante es lo que llevo, por lo que representa, y no me arrepiento de nada que haya dentro de la maleta. Solo me” arrepiento” (aunque no estoy seguro que sea la palabra más adecuada) de no haber traído una maleta más grande.  

Espero que sea al menos un buen vuelo. 

Imagen: "Amalfi" Carl Aagaard (1833 - 1895) 


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